martes, 31 de diciembre de 2013

El Cactus Azul

Sentaos. Poneos cómodos. Me gustaría contaros una historia. Una historia especial, atípica; pero no por atípica menos plausible y, por supuesto, no por plausible menos increíble.

Esta es la historia del Cactus Azul.

Existió una vez, hace no mucho tiempo una Mammillaria vetula ssp gracilis cv Arizona Snow Cap, Mammillaria Snow Cap para los amigos. Para los amigos lejanos, muy lejanos, un cactus. 

Este cactus tenía algo especial, no era un cactus cualquiera, tenía algo que le hacía diferenciarse del resto. Su color; este cactus tenía unas púas del color del cielo, azul radiante. Al crecer y madurar el cactus, estas púas cambiaban de color mágicamente, tornándose en un blanco tan brillante y puro como la nieve. 

Cuenta la leyenda que este tipo de cactus solo nacen en rincones insospechados, bajo unas condiciones climatológicas  y ambientales extremas que le dan este aspecto tan inusual. Siempre habrá gente sin magia que te dirán que son simples cactus teñidos. - Como consejo: procura no permanecer cerca de este tipo de gente más tiempo del estrictamente necesario o te contagiarán y harán desaparecer tu magia - . 



Una leyenda paralela contaba, también, que quien tenía uno podía pedir un deseo por cada púa que arrancase. Como no podía ser de otra forma, existía la contra-leyenda a la leyenda mencionada, que decía que quien tocase una de las púas de este majestuoso cactus sufriría un intenso dolor que no cesaría hasta desprenderse de tan bella planta. - En este caso, no sólo se procederá a actuar de la misma forma que en el caso de la contra-leyenda anterior, si no que se aconseja interactuar siempre que se tenga la oportunidad con cualquier ser vivo procedente de la naturaleza, sin dañarlo, se entiende. Jamás podrá pasar nada malo - . 


El destino quiso que en una pequeña floristería de un pequeño pueblo se encontrase uno de estos raros ejemplares. . El tendero era una de esas personas sin magia ni ilusión, que creía que lo que tenía no era más que un vulgar cactus pintado. 


Un buen día, una bella chica pasó por delante de esta floristería quedándose ensimismada observando el precioso cactus azul. Llamadlo capricho o amor a primera vista, pero la chica pudo resistirse a hacerse con él, sin saber el misterio que guardaba. 


Ella sabía ese cactus tenía algo especial, no era su color, era algo más que no alcanzaba a comprender ni explicar. Podía pasarse horas y horas contemplando sus púas, tocándolas y sintiendo la energía que desprendía. 

Pasaron los meses y esta chica seguía tan intrigada e ilusionada con su Mammillaria como el primer día. De repente, algo empezó a cambiar en el cactus; sus púas crecían y parecían cambiar de color. Unas nuevas púas de un color blanco intenso se abrían paso a través de las ya antiguas púas de color azul que hicieron a la chica fijarse en aquel cactus. 


Todo empezaba a tener sentido, la chica no sabía qué era cuando lo consiguió, pero sabía que no era una planta cualquiera. Tras una intensa búsqueda, encontró algo que hacía que todo tuviese un significado. Encontró la leyenda del famoso cactus azul. 


De esta forma conoció el poder que tenía de conceder un deseo por cada una de sus púas. Pero ella no podía hacer eso, no quería dejar a su cactus sin aquello que le hacía tan especial, aquello que ella sabía que existía y que no quedaba tan solo en su apariencia. 


Finalmente, la chica decidió pedir un único deseo para lo más profundo de su ser. Sin arrancar una sola púa del cactus, deseó que aquella planta de la que se enamoró perdurase durante el resto de su vida, con la misma magia y la misma fuerza que un día la hicieron posar su dulce mirada sobre él. 









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