jueves, 14 de agosto de 2014

Y ahora, ¿Cuál es el plan?

Y el tiempo habló y he aquí mi actual situación: 

Quien haya seguido (o haya curioseado el blog), quizás haya leído una de las primeras entradas de éste: "Yo sobreviví a 2012".

En aquella entrada de hace algo más de un añito contaba algunas de mis aventuras y desventuras vividas gracias a una de las innumerables barbaridades que se pasean fugazmente por mi cabeza, pero que dejan su profunda huella en  mi ser. 

Tras participar en dos de las San Silvestres celebradas el 31 de diciembre de 2012 estuve alrededor de 3 meses arrastrando el conocido "síndrome de la cintilla iliotibial". 

Cuando por fin conseguí echar a rodar de nuevo sin dolores, bastante intensos por cierto, intenté recuperar el tiempo perdido; nuevos objetivos, nuevos retos. 2013 fue un año precioso en lo que al deporte se refiere. 

En este 2014, como no podía ser de otra forma me propuse ir un poquito más allá. Los primeros meses se antojaron realmente exigentes, con la preparación de las Medias de Alcalá de Henares y Madrid, y la posterior Maratón de Madrid. (Estas 3 carreras se disputaron en menos de mes y medio). 

Resultado: Periostitis y 2 meses en el dique seco.  

Empiezo a pensar que algo no marcha bien en mi pierna izquierda. Pienso que para evitar tanta lesión y tanto tiempo sin poder entrenar, sería conveniente cambiar la rutina de entrenamiento. Quizás preparar maratones y medias maratones únicamente en asfalto y sin tener en cuenta en absoluto la técnica de carrera no sea lo más conveniente. 

Inicio el entrenamiento despacito y con buena letra, intentando pisar asfalto únicamente si es estrictamente necesario y practicando la técnica de carrera. 



Pues bien, la alegría ha durado dos semanas. Volvió el dolor en la rodilla, además de en el lateral (zona de la cintilla), ésta vez también a la altura de la rótula. 

Obviamente detuve el entrenamiento cuando noté que no eran simples molestias. Una semana más tarde, tras el correspondiente reposo, y el tratamiento antiinflamatorio vuelvo a rodas despacito para comprobar si hay mejoría. 

No es así. A los dos kilómetros de empezar las sensaciones no son nada buenas y finaliza la sesión. 

Y me pregunto: ¿Cuál es el plan ahora? 

¿Podré volver a correr algún día sin preocuparme de no hacerme daño?, ¿Seré capaz de llegar al Maratón de Valencia con un estado de forma mínimo para acabarlo decentemente?

Por otro lado me pregunto ¿Qué puedo hacer para evitar estos dolores que me traen de cabeza cada dos por tres? Cierto es que la rehabilitación (o el simple paso del tiempo) hace su efecto. Pero, en mi humilde opinión, tanto la rehabilitación como el paso del tiempo no es más que un parche a un problema que no consigo detectar. 

Me gustaría saber qué hacer para que la maldita pierna izquierda trabaje como debe sin quejarse. 

O simplemente no se pueda y haya que pensar en dejar de correr e iniciar otra actividad. Algo que no me gustaría en absoluto si no es para compaginarlo con la carrera a pie. 

Cualquier consejo o ayuda siempre será agradecida. 

Seguiremos informando. Espero. 

Nos leemos.